jueves, 9 de junio de 2011

FOTOGRAFÍAS

Una gran sala atestada de invitados ilustres, miembros de la realeza sueca y eminentes científicos, pensadores y creadores de todo el mundo. Tres científicos, François Jacob, André Lwoff y Jacques Monod se disponen a recibir el Premio Nobel de Medicina de 1965. Sin duda alguna, una gran fotografía.

Jacob estudió medicina para ser cirujano, pero la Segunda Guerra Mundial, al igual que cambió el mundo, cambió su vida. No pudo ejercer la cirugía por las secuelas de sus heridas de combate como soldado aliado en África. Así comenzó a interesarse por la investigación biológica.

En 1970 publicó un excelente ensayo titulado “La lógica de la vida. Una historia de la herencia”, que como sólo ocurre con las obras de los grandes pensadores, mantiene su vigencia por encima del tiempo y de los avances del conocimiento. Un ejemplo más de que lo realmente importante en la ciencia son las preguntas que se plantean, las puertas que se abren.

Una idea que se extiende a lo largo de la obra de Jacob es la de que el mundo vivo actual es un producto de su pasado: la última fotografía del álbum de la historia de la Tierra.

La exposición del Museo Paleontológico de Elche atesora algunas otras fotografías, imágenes de la vida en tiempos remotos impresas en las rocas. Cada una de ellas nos cuenta una historia de cambio, un relato apasionante esperando ser escuchado. ¿Te gusta descubrir?

E.J. Sánchez

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